Este artículo está traducido del neerlandés

La evolución de la desinfección en el sector sanitario

Explore el recorrido histórico de la desinfección sanitaria, desde los métodos antiguos, incluidas las soluciones químicas, hasta la innovadora tecnología UV-C. Descubra cómo soluciones sostenibles como la tecnología UV Impelux™ están dando forma al futuro del saneamiento sanitario.

La importancia de la desinfección en los centros sanitarios

Los centros sanitarios son vitales para la gestión de las enfermedades infecciosas, pero también desempeñan un papel en la propagación de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (HAI) a otros pacientes a través de la infección cruzada. 

La prevención y el control de infecciones (CIP) son fundamentales para proteger a los pacientes y mantener la seguridad del personal en hospitales y clínicas privadas. A lo largo de los siglos, la búsqueda de mejores métodos de desinfección para evitar la propagación de enfermedades ha dado lugar a nuevas tecnologías que podrían reducir el riesgo de HAI.

Primeros métodos de desinfección 

Antes de que los científicos del siglo XIX lograran demostrar que los microorganismos existían y podían causar enfermedades en personas y animales, estos patógenos solían desinfectarse con éxito mediante diversos métodos, entre ellos físicos, químicos e incluso biológicos. Estos métodos se basaban originalmente en observaciones empíricas.(1)

Al menos desde Aristóteles, la desinfección física se lograba más fácilmente con el uso del calor. Hervir o destilar el agua potable para prevenir enfermedades se convirtió en algo habitual. La quema o el enterramiento de cadáveres enfermos y de personas muertas controlaba la propagación de las plagas. 

Los productos químicos simples, como los derivados del azufre, se utilizaban para desinfectar las casas y los objetos contaminados por las plagas. Los compuestos de mercurio, como el mercurocromo, se utilizaban para tratar ciertas enfermedades, y el cobre se empleaba para evitar el crecimiento de hongos y la putrefacción de la madera.

La revolución químico-industrial

Junto con la Revolución Industrial (1760-1840) y la invención de la máquina de vapor de carbón, el auge de la industria química del carbón y el alquitrán de madera dio lugar a todo tipo de experimentos para encontrar nuevos desinfectantes químicos, como el ácido carbólico.(2) 

Después de que Louis Pasteur (1822-1895) refutara la teoría de la generación espontánea de microorganismos, el cirujano Joseph Lister descubrió que los gérmenes del aire podían causar infecciones. En la década de 1860, Lister empezó a utilizar una pulverización de vapor de ácido carbólico en su quirófano para eliminar los microorganismos que podían infectar las heridas abiertas de los pacientes. Más tarde empezó a aplicar el ácido directamente sobre la piel. Lister también abogó por las cirugías antisépticas, aconsejando a los médicos que usaran guantes limpios y se lavaran las manos antes de las operaciones.(3) 

El auge de los desinfectantes químicos 

En el sigloXIX se desarrollaron muchas fórmulas químicas nuevas para esterilizar microorganismos en entornos sanitarios. Entre ellas figuraban el peróxido de hidrógeno, la lejía de cloro, el hipoclorito y las soluciones yodadas, así como fórmulas patentadas. La experimentación continuó en el sigloXX, con el desarrollo del azul de metileno, los compuestos de amonio cuaternario (quats), la clorhexidina, el ácido peracético y el glutaraldehído.(4) 

Cada desinfectante químico se sometió a pruebas exhaustivas con distintos tiempos de exposición, trabajando con distintos patógenos y distintas superficies. Por ejemplo, se comprobó que varias versiones de los cuats eran útiles para desinfectar equipos utilizados con pacientes, como los manguitos de presión sanguínea, mientras que otros, como el alcohol, tenían efectos negativos sobre los equipos.(5)

Inconvenientes de los métodos químicos

Con el tiempo, se demostró que algunos de los nuevos desinfectantes causaban problemas medioambientales y graves efectos secundarios en los pacientes y el personal hospitalario. Por ejemplo, se determinó que el óxido de etileno (EtO) provocaba cáncer y problemas de salud agudos y crónicos, mientras que el glutaraldehído causa asma, hemorragias nasales, dolores de cabeza e irritación de garganta y ojos. Además, el uso de determinados productos químicos para la desinfección, como el glutaraldehído, provocó que algunos patógenos se hicieran resistentes con el tiempo. 

Esto llevó al desarrollo de más tecnologías alternativas para la desinfección de equipos hospitalarios, incluido el uso de ortoftalaldehído (OPA) como alternativa al glutaraldehído en la esterilización de endoscopios. La tecnología OPA cuesta más, crea algunos problemas medioambientales y sigue causando ciertos efectos secundarios en los pacientes.(6) 

También se han desarrollado máquinas de reprocesamiento automatizadas que utilizan ácido peracético para la desinfección de equipos hospitalarios, como los endoscopios flexibles sin canal. Al igual que otros tipos de desinfectantes químicos, estos sistemas presentan ciertos inconvenientes, como los elevados costes, la necesidad de un gran inventario de endoscopios, el agua, el largo tiempo de secado y la corrosión de los equipos.

Avances en los métodos de desinfección física 

Junto a los avances de la desinfección química en el sigloXIX, se produjeron varias innovaciones en los métodos de desinfección física. En la década de 1860, Pasteur publicó su teoría de los gérmenes y demostró que el calor podía matar microorganismos. 

Poco después, un socio de Pasteur, Charles Chamberland, desarrolló un esterilizador de vapor a presión, conocido como autoclave Chamberland, utilizado para esterilizar con vapor los vendajes y el equipo quirúrgico.(7)

La radiación ionizante y los rayos X se descubrieron en 1879 y 1895, respectivamente. Se descubrió que destruían los microorganismos, lo que llevó a la idea de utilizar la radiación y la aceleración de partículas como medio de esterilización.(8) 

A finales del siglo XIX, los científicos descubrieron que la luz solar podía desinfectar ciertos agentes patógenos. Más recientemente, el campo de la desinfección médica se ha visto favorecido por los avances tecnológicos de la integración de métodos de desinfección automatizados en la asistencia sanitaria, incluidos los dispositivos que hacen uso de la luz ultravioleta. 

Este fue el comienzo de la investigación y las invenciones que condujeron a la actual tecnología avanzada de luz ultravioleta para la desinfección en entornos hospitalarios.

La luz ultravioleta como desinfectante 

La radiación no ionizante en forma de luz ultravioleta tiene un fuerte efecto germicida. El espectro ultravioleta no puede verse a simple vista y su longitud de onda oscila entre 400 nanómetros y unos 100 nanómetros, y puede dividirse a su vez en: 

  • UV-A (400-315 nm)
  • UV-B (315-280 nm)
  • UV-C (280-100 nm) 

Las mejores longitudes de onda para inactivar patógenos se dan entre 240 nm y 280 nm, en la gama UV-C, con la máxima actividad microbicida alrededor de los 254 nm. 

La luz UV-C provoca la fusión de enlaces químicos en el ADN y el ARN de bacterias y virus, impidiendo que se multipliquen y provocando su muerte. Este tipo de desinfección no es tóxico químicamente, es respetuoso con el medio ambiente y no daña la mayoría de los equipos. Hay que tener en cuenta que la exposición directa a la luz UV puede dañar los ojos y la piel de las personas.

Innovación y evolución de la tecnología de luz UV-C 

Poco después de que los científicos descubrieran que la luz solar podía desinfectar ciertos agentes patógenos, se inventó la lámpara de descarga de gas, que produce luz en la gama ultravioleta (1901). 

En 1903, Nils Ryberg Finsen, médico danés, recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por tratar infecciones bacterianas en pacientes mediante luz UV. Posteriormente, en 1929, se describió en un artículo científico el mecanismo del daño genético por UV-C en microorganismos. 

A lo largo del sigloXX, la luz UV-C empezó a utilizarse comercialmente para desinfectar el agua potable y las aguas residuales, así como el aire de algunas salas de hospital. A pesar de su evidente eficacia, seguridad y practicidad para la desinfección, no fue hasta el siglo XXI cuando este potente método se desarrolló plenamente para la desinfección de equipos médicos en entornos sanitarios, con UV-Smart a la cabeza.(9) 

La luz UV-C en la sanidad moderna 

En los entornos sanitarios modernos, una nueva tecnología basada en la luz UV-C, denominada ImpeluxTM, garantiza una forma eficaz de combatir las HAI. Esta tecnología, desarrollada por UV Smart, se ha incorporado a tres productos para desinfectar de forma segura y sencilla los equipos médicos, el D25+, el D45 y el D60.

D25+

Sin necesidad de productos químicos ni agua, UV Smart D25+ puede desinfectar instrumentos médicos pequeños (no invasivos), como sondas inalámbricas, endoscopios rígidos y artículos de mano, como estetoscopios y teléfonos inteligentes. El usuario sigue los sencillos pasos que aparecen en la pantalla. Cuando se completa el ciclo de desinfección de 25 segundos, se notifica al usuario. La fuente de luz UV-C de la caja sólo se enciende cuando el dispositivo está completamente cerrado, lo que hace que su uso sea seguro. El D25+ ha sido probado y cumple o supera los resultados exigidos por las normas europeas para la desinfección de superficies e instrumental.(9) 

D45

En cuestión de segundos, UV Smart D45 desinfecta la superficie de las sondas de ultrasonidos, ayudando a mitigar la propagación de infecciones como las ETS y el VIH. El proceso sostenible en frío y en seco utiliza luz UV-C y no requiere agua, toallitas, productos químicos ni consumibles durante la desinfección. La cómoda unidad D45 se integra fácilmente en los entornos sanitarios y puede colocarse directamente en la habitación del paciente. La eficacia desinfectante de UV Smart D45 ha sido validada y demostrada por una amplia investigación realizada en laboratorios clínicos y centros médicos.(10)

D60

El UV Smart D60 desinfecta rápida y fácilmente endoscopios ORL flexibles sin canal y sondas TEE en sólo 60 segundos, por lo que pueden reutilizarse mucho más rápido. El D60 no necesita detergentes ni líquidos para el ciclo de desinfección. La ausencia de productos químicos corrosivos, aguas residuales o altas temperaturas, junto con el rápido tiempo de reprocesamiento significa que el D60 puede hacer que esta actividad esencial de desinfección sea cómoda, fácil, eficaz y segura. En un estudio reciente realizado en la Universidad de Marburgo, el UV Smart D60 mostró buenos resultados de desinfección en un entorno clínico rutinario. El estudio concluyó que el D60 "...tiene potencial para una desinfección rápida y sencilla en el punto de atención, y ofrece ventajas sustanciales frente a los métodos de desinfección estándar para endoscopios flexibles sin canal de trabajo."(11) 

Luz UV-C: El futuro de la desinfección sanitaria

A medida que las soluciones más sostenibles se vuelven críticas en el entorno actual y aparecen bacterias más resistentes, como el SARM, se necesitarán nuevas tecnologías innovadoras, como la desinfección por luz UV-C, para mantener la seguridad de la asistencia sanitaria. Hasta ahora, ninguno de los otros métodos, desde el simple calor, vapor o agua y jabón hasta los sistemas de desinfección química o física más sofisticados, ha demostrado ser ideal.

La desinfección por luz UV-C mata los microorganismos en segundos al alterar su maquinaria reproductora. No requiere productos químicos ni consumibles peligrosos.

Aprovechada por la tecnología Impelux de UV-Smart, la luz UV-C ha demostrado ser rápida, cómoda, segura y eficaz para prevenir las IRAS. Es el futuro de la desinfección en los entornos sanitarios. Para obtener más información, haga clic aquí.

Referencias y lecturas complementarias

1. Historia de la desinfección desde los primeros tiempos hasta finales del siglo XVIII https://doc.woah.org/dyn/portal/digidoc.xhtml?statelessToken=Vbv8VkKyMJ-XBsNMhc69OiRUIXF6sbtkplrBoYg0QgU=&actionMethod=dyn%2Fportal%2Fdigidoc.xhtml%3AdownloadAttachment.openStateless 

2. Breve historia de la conservación y desinfección mediante calor y productos químicos https://ami-journals.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/j.1365-2672.1991.tb04657.x 

3. Joseph Lister (1827-1912): Pionero de la cirugía antiséptica.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9854334/ 

4. Breve historia de la conservación y desinfección mediante calor y productos químicos https://ami-journals.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/j.1365-2672.1991.tb04657.x 

5. Desinfectantes químicos https://www.cdc.gov/infectioncontrol/guidelines/disinfection/disinfection-methods/chemical.html 

6. Reducción del uso de óxido de etileno y glutaraldehído https://19january2017snapshot.epa.gov/www3/region9/waste/archive/p2/projects/hospital/glutareth.pdf

7.Charles Chamberland, el inventor de las herramientas de esterilización https://www.pasteur.fr/fr/institut-pasteur/notre-histoire/charles-chamberland-inventeur-outils-sterilisation

8. Otros métodos de esterilización.https://www.cdc.gov/infectioncontrol/guidelines/disinfection/sterilization/other-methods.html

9. Desinfección UV-C: Seguridad, eficacia y aplicación práctica.https://assets-global.website-files.com/62f496764efd72be7e7c0df0/62f496764efd729a6c7c0ffd_Safety%2C%20efficiency%20and%20practical%20application.pdf 

10. https://www.uvsmart.nl/d45

11. Reprocesamiento con luz UV de endoscopios flexibles sin canal de trabajo en Otorrinolaringología: ¿un método eficaz?. https://assets-global.website-files.com/62f496764efd72be7e7c0df0/62f496764efd72b5977c0ff4_UV%20light%E2%80%91based%20reprocessing%20of%20fexible%20endoscopes.pdf

Tommaso Allegri
Coordinador de marketing