Limpiar, desinfectar y esterilizar. En el mundo médico, estos términos se utilizan cuando el equipo está lo suficientemente limpio para su uso interno o externo. Hay diferencia si algo se utiliza sobre piel intacta, piel rota, sobre membranas mucosas o durante una intervención quirúrgica en el interior del cuerpo. De hecho, la piel intacta ofrece la mejor protección contra los microorganismos. En cambio, una herida o una zona de cirugía abierta ofrece una protección mucho menor. Por lo tanto, existen diferentes requisitos en cuanto al grado de limpieza que debe tener el material para ser utilizado en una situación determinada.
Hay varias organizaciones en todo el mundo que establecen estas normas, pero en general las reglas son bastante similares. Por ejemplo, el RIVM sigue la norma europea EN 13060 para la esterilización, mientras que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos siguen las reglas de la FDA. Para que un método de desinfección pueda utilizarse en todo el mundo, debe cumplir todas estas normas.
Por orden de minuciosidad, el RIVM define las siguientes definiciones para la limpieza de los equipos médicos:
- Limpieza: Eliminación de la suciedad visible o adherida y de la materia orgánica invisible para evitar que los microorganismos se mantengan, multipliquen y propaguen.
Puede hacerse en seco: por ejemplo, quitando el polvo, aspirando, barriendo o pasando un paño.
O en húmedo: con agua y un producto de limpieza, por ejemplo. - Desinfección: Matanza o inactivación térmica o química de microorganismos. Esto reduce el número de microorganismos a un nivel aceptable.
Desinfección térmica: un ejemplo es la pasteurización, que suele aplicarse en la industria alimentaria (leche, cerveza, vino).
Desinfección química: puede realizarse con preparados de cloro a base de dicloroisocianurato sódico, con soluciones de alcohol de mayor concentración (70-90%) o con peróxido de agua.
Una tercera vía es la irradiación con luz UV-C: no es nueva, pero está emergiendo por la rapidez y los aspectos medioambientales. - Esterilización: Proceso que mata o inactiva todos los microorganismos sobre o dentro de un objeto. Esto reduce la posibilidad de que haya organismos vivos por unidad esterilizada a menos de 1 en106.
La esterilización es un proceso que requiere más experiencia. A menudo lo llevan a cabo personas especialmente formadas. Los métodos más utilizados son la esterilización por calor, la esterilización por radiación, la esterilización por óxido de etileno y la esterilización por vapor en combinación con formaldehído.
Así pues, la minuciosidad de la limpieza está relacionada con la aplicación y, por tanto, también con el riesgo de infección. Por eso se desinfectan los equipos médicos que entran en contacto con la piel y las mucosas. Y los equipos médicos destinados a ser utilizados en el cuerpo (un marcapasos) o, por ejemplo, en los vasos sanguíneos (una aguja o un stent), se esterilizan antes de su uso.
"Por ejemplo, obviamente no se puede desinfectar la leche, la cerveza o el vino con cloro o altas concentraciones de alcohol porque eso lo hace imbebible".
Diferencia entre limpiar, desinfectar y esterilizar
La diferencia entre limpiar, desinfectar y esterilizar no radica sólo en el método utilizado para lograr el resultado deseado. También hay una diferencia en el tipo de microorganismos que se inactivan o eliminan. La esterilización también hace inofensivas las esporas bacterianas (una pequeña forma de supervivencia de algunas bacterias). Los métodos de desinfección no son tan eficaces contra estas esporas. Véase la Fig. 2.
¿Cuál es el mejor método?
Qué método de limpieza, desinfección o esterilización puede utilizarse mejor para cada fin depende de sus diversas ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, es evidente que no se puede desinfectar la leche, la cerveza o el vino con cloro o altas concentraciones de alcohol porque los hace imbebibles. Y la mesa de exploración de la consulta del médico es difícil de calentar a 70 grados centígrados durante 20 minutos entre dos pacientes consecutivos. Algunos materiales no resisten el calor del vapor ni la presión de un autoclave. A veces dos métodos son igual de eficaces, pero usted prefiere una solución más barata o más respetuosa con el medio ambiente. Así que usos diferentes requieren métodos diferentes. Y todo para reducir el riesgo de infección a un nivel aceptable. Para la desinfección de equipos médicos de uso externo, se puede aplicar la luz UV-C. Con este método de desinfección de alto nivel, la desinfección puede ser rápida y completa y el dispositivo puede utilizarse inmediatamente para el siguiente paciente.
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